Hace tiempo que quería escribir un artículo sobre mi experiencia en el mundo IT, pero como siempre ocurre, nunca encontraba el momento más adecuado.
Hace unas semanas me ofrecieron participar en un par de mesas redondas en las que hablamos del papel de la mujer en la Ciencia. Me hizo darme cuenta de que, no solamente dar mi opinión podía ser interesante, sino conocer y compartir la opinión de otras mujeres y hombres al respecto podría ser muy enriquecedor.
Me lancé a participar sin saber muy bien cuáles serían las preguntas a debatir, pero estaba dispuesta a escuchar otros puntos de vista y, la verdad que la experiencia fue muy positiva.
Al comenzar ambas mesas redondas, cada persona explicó su trayectoria profesional. Había un poco de todo, personas que desde pequeñas tenían claro el camino que iban a seguir, otras que fueron descubriendo con el tiempo cuál era su pasión y otras que se habían reinventado siendo adultas cambiando de sector.
Al terminar las presentaciones se fueron lanzando preguntas. Es curioso que en ambas mesas redondas las preguntas fueron muy similares:
¿Existe machismo en el mundo STEM? ¿Diferencias de salario? ¿Condiciones laborales?
El siguiente artículo da una idea al respecto. Batalla de sexos en STEM
El artículo habla de la Universidad de Yale, donde se pidió a los/as profesores/as que evaluaran cómo de competente era un/a estudiante, qué probabilidad habría de que lo/a contrataran, cuánto le pagarían y si estarían dispuestos/as a ser su mentor/a. Además, también se habla de la capacidad biológica de las mujeres en los campos cuantitativos y de que es menos probable que los científicos ofrezcan tutoría a mujeres, de ahí a que las contribuciones potenciales de las mujeres a la ciencia sean limitadas.
Un ejemplo de la existencia de este machismo es el famoso “Techo de Cristal”. El origen de esta expresión se remonta a 1978 cuando la consultora laboral estadounidense, Marilyn Loden argumentó en una mesa redonda que las mujeres no ascendían en el mundo laboral debido a una cultura que obstruye sus aspiraciones y no fomenta la igualdad de oportunidades. Este término engloba no solo el hecho de que la mujer reciba salarios más bajos, sino que también considera la imposibilidad de las mujeres de ascender profesionalmente por el hecho de ser mujeres.
El techo de cristal. El salario de las mujeres en España
¿Existe la “voz invisible” de las mujeres dentro de muchas empresas masculinas? ¿A la hora de aportar ideas, se escucha a las mujeres con el mismo respeto y predisposición que a los hombres?
¿Existe un dress code dependiendo del género? ¿Existe algún tipo de exigencia en cuanto al modo de vestir basándose en el género de la persona? ¿Por qué las mujeres tienen que ir maquilladas y bien “arregladas” a la oficina a trabajar y los hombres pueden ir en camiseta? ¿Por qué las mujeres pueden llevar faldas cortas en verano mientras que los hombres no pueden llevar pantalones cortos?
¿Cuál podría ser el origen de esas diferencias de comportamiento?
Esta pregunta nos lleva a cuestionarnos otras sin llegar a una respuesta clara.
- ¿Está relacionado con la cultura? ¿Existen diferencias de trato a las mujeres en el mundo STEM dependiendo del país en el que se encuentren?
- ¿Está relacionado con la educación?
- ¿Tiene algo que ver la evolución (o la falta de ella) y el papel que la mujer ha tenido desde el principio de los tiempos?
¿Cómo reaccionar frente a estas desigualdades?
No creo que exista una respuesta perfecta a esta pregunta porque cada situación es diferente, lo que si es cierto es que no se deberían tolerar desigualdades de ningún tipo, tanto si van dirigidas a uno/a mismo/a como hacia otra persona. ¿Cómo podemos actuar para evitarlas?
¿Qué es la discriminación positiva? Cuotas como medida para la paridad, ¿funcionan? ¿Son justas?
La discriminación positiva es una forma de política social que se orienta a mejorar la vida de algunos grupos que han sufrido históricamente discriminación. El objetivo es precisamente conseguir una mayor igualdad. Pero, ¿esta discriminación positiva no podría incrementar la brecha entre hombres y mujeres? Existen cursos de formación exclusiva para mujeres, ¿es eso justo para los hombres? ¿Cuál es la intención a la hora de crear estos cursos?
En muchos ámbitos se usan las cuotas como medida de paridad. Esto es que, por ejemplo, si hay una oferta de trabajo en la que hay 4 vacantes, el 50% de las vacantes sería para mujeres, y el otro 50% se destinaría a hombres. Obviamente, esto provoca equidad, pero…¿es justo? Aplicando estas cuotas, en caso de haber un número más elevado de candidatos más aptos para el trabajo (basándonos en sus aptitudes y conocimientos) de un determinado género, no sería injusto para ellos/as que solo haya un determinado número de vacantes dependiendo del género? ¿No deberían tener todos las mismas oportunidades de optar a un trabajo independientemente de si son mujer u hombre? ¿Las aptitudes del candidato para realizar ese trabajo no deberían ser el único requisito para optar a una vacante independientemente del género?
Desde la infancia ¿existe la suficiente visibilidad acerca de las mujeres que desarrollan profesiones relacionadas con la ciencia?
No es muy común que los libros de texto incluyan información sobre mujeres que han sido personas notables en el ámbito de la ciencia, y eso puede derivar en que, al no haber modelos femeninos, no hay mujeres interesadas. En realidad, podríamos decir que es un problema que se retroalimenta: No hay modelos femeninos porque no hay muchas mujeres interesadas en este sector, y no hay mujeres interesadas en el sector porque, entre otras razones, no hay modelos femeninos en los que fijarse.
Para contribuir a la difusión del papel de la mujer en la Ciencia, los colegios/institutos podrían organizar visitas de mujeres que desarrollan su profesión en el ámbito STEM para darles a conocer en qué consiste su trabajo. Si no conocen cuál es realmente el trabajo que se realiza como, por ejemplo, developer, es probable que no se interesen por estudiarlo.
En muchas ocasiones, las mujeres no se “molestan” en realizar estudios relacionados con la Ciencia porque se creen que es un trabajo de “hombres”.
Todas estas preguntas se comentaron de forma que tanto hombres como mujeres hablaron, desde su perspectiva, de la situación actual de la mujer en STEM. Lo que quedó claro es que nos queda mucho camino por recorrer para que exista igualdad real, y depende de nosotros y de las nuevas generaciones.
Para concluir, comparto dos enlaces:
Por un lado, este artículo que publicó el periódico La Vanguardia el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia este año. ¿A cuántas de estas mujeres conoces?
Por otro, el enlace en el que se comparten las distintas iniciativas que se llevan a cabo el Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. 11 de Febrero: Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia